Noche romántica colmada de estrellas,
velas de matices apasionados,
mientras la luna alumbra nuestro destino y el lecho de
nuestra relación augura el placer,
empieza el ardor de aquel volcán extasiado de pasión.
Nuestras miradas convergieron en un profundo deseo,
dos cuerpos desnudos residieron en el más sincero y
respetuoso sentimiento
aquellos sentimientos sublimes a los que hemos huido toda la vida
y ahora hemos sucumbido.
El calor afloro por voluntad propia, oriundo de nuestras
sutiles caricias,
mientras dos cuerpos se convierten por unos instantes
infinitos en una sola carne
que poco a poco comparten un lazo de amor
y que por designios de aquel momento idílico
el alba sonreirá mostrando el astro que tiene la
preeminencia de revelar nuestros rostros
llenos de satisfacción.
29/12/2013
C&P
C&P
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