Azul
violáceo es el atardecer
El
mar y la sal coquetean entre la brisa
Pero
ellos se miran el alma
Los
ojos son la entrada al alba
Novicios
amantes.
Cantan
y brillan las luciérnagas
Se
callan los amantes
De
seguro no quieren arruinar el momento con tanto sentimiento
Ya
que cuando se susurran te amos
Los
amantes se asustan y se alejan
¡Pobres!
No
saben la dicha de poder sentirlo y tener la libertad para decirlo.