Cuando
la soledad arremete no puedo ir de cama en cama buscando al amor
Agonizo
escrutando el cadáver de mi corazón
Inventando
distancias entre tu sonrisa y mi vida
Siento
unas ganas infames de tomar un trago de vino lleno de lunas, hoy no hay nada
que salvar.
Debería
vomitarte a ver si te saco de mis entrañas de una vez por todas
Pero
sigues en mi memoria y en aquel cuadro véspero y sombrío de
un jueves por la noche.