Soñaste con el ostento puro de aquella hermosa niña
los dos radiantes como el sol y la luna
fueron el complemento perfecto
habían nacido para estar juntos
pero siempre se puede cambiar el destino
y alguna tormenta cambio el camino.
Hermosos ojos como dos lunas
radiantes y misteriosas
su sonrisa de cristal
los labios carmín que el siempre deseo besar.
Pero solo contemplaba su belleza
quería poseer su esencia
la pureza del alma
su voz tierna y melodiosa.
el le dio un abrazo
y desapareció en la niebla
fue siempre en contra de la marea
solo por contemplar su tesitura
admirando su gallardía
sin mencionar palabra alguna.
Ella solo lo protegió tanto de ella que nunca lo dejo ser
parte de ella
era caos cuando amaba
aunque no le alcanzo la eternidad para esperarlo.
Fue cobarde
por dejar a quien amaba
respetó y admiro su amor
pero él nunca creyó ser digno del amor de aquella dama
siempre la tuvo en un pedestal
como un amor imposible
siendo posible
y ahora no existen reproches
solo recuerdos…
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